Juana Rueda, economista y deportista olímpica, ‘dio en el blanco’ de una beca de Sapiencia otorgada por la Alcaldía de Medellín
Juana Rueda Vargas tiene 23 años y camina con paso firme por un escenario que conoce de memoria. Lleva puesto su uniforme verde y blanco, los colores que ha defendido con el corazón en cada competencia de tiro con pistola de aire. Pero detrás del temple que requiere este deporte, frío, mental, exacto, hay una joven que también ha apostado por el conocimiento. Gracias a su desempeño deportivo, recibió la Beca Mejores Deportistas que otorga la Alcaldía de Medellín, a través de Sapiencia.
A los 14 años, cuando su tía María Teresa la llevó por primera vez al club El Rodeo de Medellín, Juana no sabía que esa mañana de sábado en 2015 cambiaría su vida hasta hoy. Ya había probado fútbol, natación y hasta conocido del golf, pero nada le hablaba como ese mundo de silencio, puntería y autocontrol.
Fue la curiosidad, esa que todavía hoy la empuja a investigar, experimentar, la que la llevó a meter piedritas en el cañón de una escopeta antigua colgada como reliquia en una pared de la finca familiar. Sin saberlo, comenzaba allí una historia de precisión milimétrica y decisiones trascendentales.
Desde entonces, se convirtió en una atleta dedicada, entrenada al principio por el italiano Ítalo Arciere. “El gesto siempre es el mismo: sube, apunta y dispara”, repite Juana. Cuando esa técnica se consolida, el 90 % del proceso ya está bajo control. Lo demás depende del viento interno: emociones, presiones, pensamientos que pueden desviar el blanco sin mover un solo músculo.
Economía con Sapiencia
Pero el deporte no es lo único que ha trazado parte de su vida. También lo ha hecho la educación. En 2019 ingresó a estudiar Economía en la Universidad de Medellín, convencida, de que había algo profundamente especial en entender los números, las variables y los cálculos. En el colegio había participado del Modelo de Naciones Unidas, siempre en las comisiones económicas. Fue allí donde empezó a ver que la mente podía ser tan afinada, calculadora, como el pulso que sostiene una pistola Steyr de aire comprimido, con un kilo y medio de peso, a 10 metros de distancia del blanco.
Estudiar cálculo, estadística y ciencias exactas fue, para ella, una manera de reorganizar su mente. “Cuando tengo un problema, busco más de una forma lógica para resolverlo”, dice. Y sí que necesitó de los cálculos para enfrentar lo que le vendría.
En 2022, justo después de vivir uno de sus mayores logros, su participación en los Juegos Bolivarianos de Valledupar, donde rompió récord nacional y bolivariano con 578 puntos sobre 600 y se colgó su primera medalla de oro, su cuerpo le dijo basta. Una hernia discal, agravada por la exigencia física del tiro y la carga académica de la universidad, la dejó fuera del campeonato internacional que daba cupo a los Juegos Olímpicos de París. También se quedó sin ir a los Suramericanos en Paraguay. En diciembre de ese año decidió operarse. Aunque fue doloroso, también necesario para Juana.
Y justo cuando el sueño parecía resquebrajarse, una buena noticia llegó a su bandeja de entrada mientras cursaba el séptimo semestre de Economía. Un correo electrónico de Sapiencia, la Agencia de Educación Postsecundaria de Medellín, le anunciaba que, gracias a su desempeño en los Juegos Bolivarianos, cumplía con los requisitos para recibir la Beca como Mejor Deportista de la Alcaldía.
“Me ayudó a sostenerme. En realidad, es una ayuda muy importante porque en mi caso el alivio era de casi 10 millones de pesos por semestre. Me hubiera gustado enterarme mucho antes, pero sin duda fue una gran ayuda para mí y mi familia”, recuerda.
Con mira a Los Ángeles 2028

Imagen tomada de: https://www.latinspots.com/noticia/ya-est-el-logo-de-jj.oo.-los-ngeles-2028/55365
Hoy, en 2025, Juana está a la espera de sustentar su tesis de grado: “Los efectos del impacto de la inversión en el rendimiento deportivo”. Es entrenadora de la Selección Antioquia de pistola desde febrero, luego de haber sido monitora en 2024. Se convirtió en la primera colombiana en clasificar a unos Juegos Olímpicos en tiro, y ahora sueña con ayudar a más jóvenes a encontrar, en el blanco, una forma de conocerse y superarse.
Por más de diez años, Juana Rueda Vargas ha vivido con el dedo en el gatillo. No por violencia, sino por precisión; no por guerra, sino por pasión. Su arma no es una amenaza, sino una extensión de su mente y su alma. Ella dispara por amor: al deporte, al conocimiento y a sí misma. Esa mentalidad es con la que se levanta cada día, para entrenar de lunes a viernes, pasadas las 11 de la mañana y apuntar a un cupo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles – EE.UU. 2028.
Juana no solo entrena, investiga. No solo estudia, inspira. En ella, el deporte y la academia dejaron de ser caminos separados. Y gracias al respaldo de programas como Becas Mejores Deportistas de Sapiencia, esa convergencia entre pasión y futuro ya no parece imposible.